El 8 de abril de 1953, en Chacabuco, Provincia de Buenos Aires, nacía Oscar Alberto Ortiz. Debutó en San Lorenzo de Almagro en 1971 formando parte de los Matadores y de los campeonatos de 1972 y 1975. En 1976 pasa al Gremio de Porto Alegre, pero no se adapta y al año siguiente regresa para jugar en River Plate, allí se vio su mejor versión, fue convocado a la selección que se consagra campeón en 1978. En esa época solía decir, yo no soy futbolista, yo juego a la pelota, era un as en el triplete “gambeta, desborde y centro atrás”. Luego del tricampeonato con River Plate, en 1981 es transferido a Huracán y luego a Independiente donde integra una formidable delantera con Morette y calderón, luego de formar parte del plantel campeón de 1983 se retira del futbol, con él se acabó la era de los “Wines”.
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8 abr 20233 Min. de lectura
Durante el Sábado Santo, entre la muerte de Jesús el viernes y su resurrección el domingo, los cristianos pretendemos tener los mismos sentimientos y las mismas actitudes de sus discípulos y de su madre María.
En consecuencia la Iglesia se acerca con lo sojos de la fe al sepulcro del Señor, meditando en su pasión y su muerte; más concretamente pensando en el significado trascendental de su muerte: la obra de la redención.
El Sábado Santo es un día que tiene unas características peculiares: Hoy la Iglesia se abstiene de celebrar la Eucaristía, y la sagrada comunión sólo se da como viático; no se concede administrar ningún sacramento, a excepción de la unción de los enfermos y del sacramento de la confesión; callan las campanas y los instrumentos musicales; la cruz sin el Cristo sigue entronizada desde el día anterior (ojalá iluminada y adornada con un paño morado); el altar estará despojado; el sagrario quedará abierto y vacío; y las luces de la iglesia apagadas. Junto a la cruz, en un lugar apropiado dentro del mismo presbiterio, se puede exponer a la veneración de los fieles una imagen del Señor en un sepulcro, así como también la imagen de laDolorosa.
Conviene no desfigurar el Sábado Santo con celebraciones inapropiadas (por ejemplo, horas santas). Todo lo que se haga en este día tiene que ser sobrio.
En este día no hay propiamente un culto litúrgico oficial, es un día de meditación y de silencio, se reza en silencio para profundizar y contemplar.
Este es el único día del año en que la Iglesia hace silencio y en silencio espera celebrar, de una manera más consciente, la resurrección del Señor; espera que se manifiesta en un recogimiento interior profundo. Al menos la mañana del sábado se tendría que mantener un ambiente donde haya ausencia de ruido y de dispersión.
Pero que sea el Sábado Santo un día de silencio y vacío, litúrgicamente hablando, no quiere decir que sea un día sin sentido o nulo. En consecuencia no es un día en el que alguien pueda “hoy no hay nada qué hacer” o “aquí no pasa nada”.
El Sábado Santo, como se ha dicho antes, es un día alitúrgico y oficialmente lo único que hace la Iglesia se centra en la Liturgia de las Horas. En este día es recomendable que los párrocos, allá donde sea posible, recen en la mañana con la comunidad las laudes incluyendo el Oficio de lectura. Cuando esto no se puede hacer, podría hacerse alguna celebración de la Palabra o un ejercicio de piedad que ‘ilumine’este día.
En la tarde se puede incluir un acto de oración de carácter mariano (normalmente el sábado es un día mariano) interiorizando el dolor de María cuando veló junto a la cruz de su Hijo. Se pude hacer, por ejemplo, el rezo del “Stabat Mater”, el rezo de los misterios dolorosos del Santo Rosario y/o lecturas, oraciones, cantos relacionados. Enalgunas partes se podrá participar de la procesión de la soledad.
Y la noche del Sábado Santo se fusiona, litúrgicamente hablando, con el domingo de resurrección mediante la solemne Vigilia Pascual;celebración solemnísima del triunfo de Dios y de la vida sobre el pecado y la muerte, tal y como lo anunció Jesús a sus apóstoles antes de entrar a Jerusalén.
Finalmente aquí cabe anotar que hasta la reforma litúrgica querida por el Papa Pío XII a mediados del Siglo XX, el Sábado Santo se llamaba Sábado de Gloria, pues la celebración de la Resurrección (la Vigilia Pascual) tenía lugar ya en la mañana del sábado.
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7 abr 20231 Min. de lectura
El mosquito que transmite el dengue es mas chiquito que el común, anda siempre cerca del suelo, no levanta vuelo mas que a medio metro, por eso siempre pica bajo la mesa, en nuestras piernas o tobillos. Pica varias veces, no como el mosquito común que pica una sola vez. Si encontras 4 o 5 picaduras en un radio de 15 cm., es un dengue.
es fácil reconocerlo, a simple vista se le ven las rayitas blancas. Claro que no todos transmiten la enfermedad, solo lo hacen los que, previamente, picaron a alguien ya enfermo.
Pero lo que mas me importa, es contarte donde nacen.
El aedes aegipty no nace en los pastos altos, ni en los charcos, ni en la barranca del río o arroyo, NI EN LA ZANJA. El dengue pone sus huevitos en el patio de tu casa, en cualquier cosa de tamaño chico que tenga agua estancada y limpia por unas semanas. Una tapita boca arriba, una maceta olvidada, una cubierta de auto, algun juguete roto. No le gusta la pelopincho porque es muy grande, menos va a poner huevos en la piscina.
Desde que nace hasta que muere, puede volar no mas de 50 metros, o sea que el que nace en tu casa, vivirá en esa zona toda su vida. Lo único que sirve contra el dengue es dar vuelta todo lo que pueda contener agua estancada en tu patio.
Ahora que estas aburrido, fijate. Es en tu patio donde nace, vive y muere el mosquito del dengue.
TODO lo que hay que hacer, lo podes hacer vos en 5 minutos.
Copia y pega.
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